Un local de Mar del Plata se convirtió en el caso testigo de una pulseada que promete crecer. Los argumentos de cada parte.
La Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) intimó a la dueña de un ciber en Mar del Plata a través de una carta documento que le comunica una deuda de más de 1.000 pesos. La suma corresponde a las regalías generadas por la música que sus clientes escuchan en el local, cuyas máquinas cuentan con auriculares y parlantes. La dueña del comercio, Eliana Príncipi, esgrimió que las leyes no abarcan la música ofrecida por internet, ya que se trata de una norma que tiene más de 30 años.
“A fines de agosto recibí una carta documento reclamándome desde diciembre 2006 hasta esa fecha el monto de 1.308,30 pesos por ofrecer música funcional en mi local. Cuando la rechacé, porque no paso música en el cíber, se argumentó que era por la música que sale de las páginas web”, relató Príncipi, desde su local ubicado en avenida Colón 2628/44. “Cuando recibí la carta empecé a averiguar: a casi nadie le había llegado. Y eso que en Mar del Plata hay muchísimos cíber. Sólo a uno le había llegado que pasaba música funcional y arregló con ellos. Intenté comunicarme con Sadaic, pero me ignoraron”, describió Príncipi, y luego concluyó que “si es ley que la paguen todos, pero yo sola no. Eso es discriminación”.
La ejecución pública de música está regulada por la Ley 11.723 del régimen legal de la propiedad intelectual, que data de 1965 y que no considera a las computadoras por su antigüedad. El argumento central de la carta documento apela a esa ley que estipula un cobro “por la ejecución pública de música, cualquiera fueran los medios por los cuales se emite (televisión, videocasetera, radiograbadores, música funcional)”.
Eduardo Falcone, jefe del área de recaudación nacional de Sadaic, dijo a Crítica de la Argentina: “Nosotros tenemos un arancel para la difusión pública de música ($75), en particular un canon para las cíber salas. Cobramos cada vez que se hace una comunicación pública de música fuera del ámbito familiar. No les cobramos a los cíber que no tienen parlantes o auriculares, sí a los que los tienen a disposición de la gente para que escuche música”.
Príncipi ya se presentó en Defensa del Consumidor de General Pueyrredon y tiene turno para el 25 de noviembre: “La situación está muy difícil, cobramos $2 la hora y no podemos preguntar para qué usa la máquina cada uno”.
Nota Original: Diario Critica
2 comentarios:
Si en mi local pongo alto el volúmen de la radio, éso se considera como 'pasar música' y me pueden venir a cobrar?
¿No se están llendo un poquito al diablo estos tipos?
¿Y si la dueña aduce que sus clientes sólo escuchan música bajo licencia Creative Commons? Andá a probar que no es así.
Saludos.
SADAIC - SGAE, un solo corazon!!! Choooorrooosssss
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